jueves, 28 de octubre de 2010

Escafandra

Ensimismada como te veo, poco puedo hacer para traspasarte
ensimismada como te veo, poco puedo ayudarte

como la mariposa en una escanfandra, como yo en una casa
encerrada en un aislamiento, en el que cabes tu y él... él y tú.

Quisás desde mi propia escafandra te hablo, ¿Pero quién quisiera decirme?,
¿quién quisiera hablarme sobre tu mariposa?

De los colores brillantes, ya sólo veo rastros de destellos
morados, rojos y celestes, que me llegan a los ojos con esperanza.

Se quedan en destellos desvanecidos, y te veo detrás de las rejas
hablandome desde tus colores que te tienen tan mareada.

si aprenideramos cada una a salir de la escafandra de la otra,
quisás solo en ese momento, no habría ninguna escafandra.

Si la escafandra se derritiera con la mirada de la otra,
no estaría tan triste escribiendole a una mariposa.

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