SIEMPRE
no borrarán la sangre de los que aquí cayeron.
Y no se extinguirá la hora en que caísteis,
aunque miles de voces crucen este silencio.
La lluvia empapará las piedras de la plaza,
pero no apagará vuestros nombres de fuego.
Mil noches caerán con sus alas oscuras,
sin destruir el día que esperan estos muertos.
El día que esperamos a lo largo del mundo
tantos hombres, el día final del sufrimiento.
Un día de justicia conquistada en la lucha,
y vosotros, hermanos caídos, en silencio,
estaréis con nosotros en ese vasto día
de la lucha final, en ese día inmenso.
Canto General, Arenas Traicionadas,Pablo Neruda .
Ayer, junto a la Leli, visitamos el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Para los que no saben lo que es, este museo se construyó, para hacer recordar a los chilenos los atentados ocurridos durante los años de dictadura.
Es difícil poner en el papel o mejor dicho en el compu, todo lo que se sintió mientras ibamos recorriendo el museo, habían cosas tan emotivas y tristes, como lo habían otras esperanzadoras.
Lo que mas me impactó fue ver las cartas escritas a mano, por los detenidos hacia sus familias, leerlas te llenaba el cuerpo de angustia, al saber que todas las palabras escritas, palabras que aun tenían un poco de esperanza de libertad, jamás se vieron cumplidas. Cartas de niños hacia sus padres, rogándoles que volvieran y jurando que se portarían bien y sacarían buenas notas. Viviendo en incertidumbre, y aun ahora no sabiendo en donde su amados hermanos, Padres, o hijos descansan, y teniendo la secreta esperanza de que se encuentren vivos en algún país extraño.
Aun haciendose la pregunta ¿Dónde están?¿Tuvieron frío?¿Pasaron Hambre?
"Que pinocho y la vieja fea de su esposa, se vaya de la moneda" " No está bien, porque hay gente que siempre come bien, y otros que no tienen nada para comer" "y bacaer y bacaer" "Deseo que haya trabajo para todos" "pinocho escucha andate a a la chucha"
Tooooooodo eso y más! era lo que encontrabas en los dibujos de los niños, que te hacían reír, por supuesto, pero también te apretaba un poco el estómago entender que todo lo que decían esos monitos de palitos, pintados con colores vivos, y todo salido de los márgenes, era la realidad de niños de 7, 6 o tal vez 5 años? niños.
No se si decir que hace falta mirar atrás y recordar aquello que fue tan doloroso o decir que lo olvidemos y construyamos el futuro sin ellos.
Creo que lo mejor sería no olvidarlos jamás, para que cada una de esas rosas que escribió una carta, que tuvo esperanzas de seguir luchando, siga viviendo siempre dentro de nuestros corazones y dentro del corazon de chile. y procurar que Jamás vuelva Chile a convertirse en un lugar que acuna el dolor de sus habitantes y el desamparo de sus familias.
