lunes, 3 de mayo de 2010

Quién es tu ángel de la guarda?


De pronto te sorprenden pensando, ¿En qué?... o tal vez deben preguntarte en quién? Quisás estás muy atareada, ¡muchas actividades que debes realizar!, y todo vaga por tu cabeza al mismo tiempo que tienes que atender otros problemas, y justo en ese momento te fuiste a un lugar extraño, Ese al que sueles irte cuando no puedes resolver algo. Una vez, dos veces, 3 veces... 4 veces?... ya se vuelve cotidiano esto de escaparse, y es tan evidente tu escape, que todos se dan cuenta de que no estás allí donde debieras.

Vacía entonces, vagas por el mundo pensando en otras cosas, pero son qué? o son quiénes? Comienzas a preocuparte del estado catatónico en el que se encuentra tu mente, pero no logras dilucidar nada de aquello en lo que piensas.

Un buen día saliendo a la calle, como todas la mañanas, cuando se te hiela la nariz y el pelo se te alborota mucho mas de lo que ya lo tenías, Cuando el frío te corta la cara y solo queda acelerar el paso para no congelarte los pies, te das cuenta de que es lo que estuvo rondando tu cabeza, ayer, ante ayer, el lunes pasado, y quisás lo que te ronda hace unos meses.

Como iluminación divina, una luz imaginaria te invade con recuerdos que siempre recordabas pero a los que jamás ponías atención ni mirabas, te das cuenta en dónde haz estado todos esos días en que parecía que estuvieras vacía. Y si! estabas vacía, porque no te encontrabas contigo, si no con aquellos recuerdos que nunca se irán por completo de tu cabeza.
No sabes si está bien, si está mal, si pasará lo mismo con otras cabezas. Lo mas seguro es que con aquella cabeza que quieres que pase, también pasa, pero no como tu quieres. Piensa en lo mismo que tu, pero no en el quién que esperas.

Te asustas y hasta puedes llorar, porque no entiendes por qué no puedes teclear esos documentos mentales y echarlos a la papelera de reciclaje, pero entonces te acuerdas que no eres una computadora, sino que eres un estropajo de carne y hueso que sigue teniendo las mismas debilidades que tiene todo el mundo, porque tu lloras, te quejas, te ilusionas, y te rompes, porque tu amas, quieres cariño, y sobre todo no quieres echar aquellos documentos a la papelera.
Así vas a prendiendo a vivir, mitad allí donde está tu cuerpo y mitad allí donde quiera que estén esos recuerdos, comienzas a hacerte mas eficiente en todo lo que haces, porque ya no abandonas tu cuerpo totalmente, sigues mitad allí mitad allá, siempre pensando en ambas cosas. Luego de un tiempo descubres que las personas que están a tu alrededor también lo hacen. Viven mitad allí, contigo, mitad en otra parte. Nunca están completas para ti. Solo están completas cuando se hayan con esos quienes que ocupan la mitad de sus mentes. Pero por lo general, esos quienes nunca están contigo o si lo están eres demasiado afortunado, quisás uno en un millón?

Las estadísticas pueden fallar y quisás no todos tienen esos quienes, pero no te preocupes, pronto llegara ese quien que ocupará la mitad de tu mente.
La próxima vez que veas a alguien pensando, no le preguntes, tan solo recuerda que puede ser en ese quien, esa persona que te lleva la mitad del día, la mitad de las horas, y cuando el problema es mas agudo, te lleva la mitad de la nota de una prueba, la mitad de un informe de trabajo o la mitad de tu eficiencia resolviendo algún problema.

ojalá ser el quien de tu quien o no?, pero seguramente eres el quien de alguien mas... el quien de tu quien siempre será confuso, y lo mas probable es que no coincida. Siempre recuerda que puede haber alguien que está guardando un poquito de tú esencia. Será como un angelito, un ángel de la guarda, que te cuide la espalda, y que esté compartiendo su vida contigo, aunque tu no lo des nada a cambio, tan solo le estás dando una parte de tu vida a ese otro quien por el que pierdes una nota o un pedazo de tu día.

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